El Gobierno de Costa Rica hizo hoy un llamado a los demás países a
“no atizar la hoguera” en Venezuela ni a alentar un golpe de Estado, y
abogó para que la compleja situación política y social que vive ese país
se resuelva mediante el diálogo y la paz.
El canciller costarricense, Enrique Castillo, exhortó a los países de
la región a apoyar procesos de diálogo y negociación como el que ha
propuesto Panamá en la Organización de Estados Americanos (OEA) y que
será analizado el próximo jueves en ese organismo.
Castillo dijo que la idea de Panamá es que la OEA “se ofrezca a
ayudar y no tome represalias” contra Venezuela, y aseguró que “lo ideal
sería que el Gobierno venezolano se abra a que otros ayuden con una
especie de mediación”.
En declaraciones al programa Nuestra Voz de Radio Monumental, el
canciller de Costa Rica dijo que “es cierto que en Venezuela están en
riesgo derechos fundamentales”, pero que “también hay toda una
institucionalidad en juego, por lo que es muy peligroso atizar la
hoguera en este momento”.
Afirmó que pese a las marchas, el rechazo de “un sector muy grande de
la población” hacia el Gobierno y algunas críticas a los últimos
comicios, ese proceso electoral no fue cuestionado y el mandatario
Nicolás Maduro fue elegido “legalmente y constitucionalmente”.
“La institucionalidad de Venezuela hay que tratar de preservarla. No
podemos alentar un golpe de Estado. La Constitución venezolana prevé
mecanismos que otros países no tienen para corregir una situación de
disconformidad. Ellos tienen lo que se llama referéndum revocatorio”,
expresó Castillo.
El diplomático costarricense abogó por que los venezolanos resuelvan
el problema “por medio de los mecanismos constitucionales”, y reiteró
que un golpe de Estado en ese país sería “peligrosísimo” y
“contraproducente”.
Castillo recordó que el golpe de Estado ocurrido en 2009 contra el
presidente de Honduras, Manuel Zelaya, “empobreció tremendamente” a ese
país.
“Cuando Zelaya era presidente, Honduras era el tercer país más pobre
de América Latina y después del golpe de Estado paso a ser el segundo y
estuvo aislado uno o dos años de los organismos internacionales, aislado
de la ayuda internacional, y privado de préstamos”, manifestó.
Castillo reiteró que su país ya había expresado su posición acerca de
lo que sucede en Venezuela, la cual consiste en deplorar el uso de la
violencia y abogar por el respeto de los derechos humanos.
“La represión es condenable, pero no vamos a tomar partido por alguna
de las partes en conflicto. No es prudente estar atizando el fuego para
que se polarice más la situación”, argumentó.
Desde hace dos semanas Venezuela se encuentra sumida en una ola de
protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, en las que han muerto al
menos 13 personas y otras 150 han resultado heridas, según datos
oficiales.
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